¡SONRIE, HOY PUEDES SER CAMPEÓN DEL MUNDO!
- Raúl Segura
- 28 may 2014
- 2 Min. de lectura


El viento le susurraba a sus oídos que se lo tomara con calma mientras la serpenteante carretera tambaleaba su bicicleta de lado a lado…
Él empezaba a notar que sus piernas recuperaban elasticidad; había cogido la bicicleta después de una veloz carrera a pie en la que había sido rebasado por más de 20 corredores…
Ahora llegaba su terreno!!!...
Acarició la maneta de cambios y sonrió…
Empezó a rebasar rivales pero él no los veía, él se veía quince años atrás...él se veía entrenando con su hermano en la bici cuando los dos eran ciclistas… él se veía colgando la bici y empezando a trabajar unos años después…
Un gruñido de desesperación en un idioma desconocido al adelantar al quinto clasificado le sacó de sus pensamientos, acababa de rebasar al quinto clasificado un exciclista irlandés, delante suyo tenía ahora al cuarto clasificado, ése que le decía que era una locura entrenar tanto la bici para un Duatlón…
Acarició la maneta de cambios y sonrió…Le pasó en dos golpes de pedal sin mirarle siquiera, no le veía...
Él se veía ahora 3 años atrás empezando a correr carreras populares con 130 kilos... se veía perdiendo kilos y ganando carreras a gente que al principio les sacaban minutos a él y a su hermano… Se veía un año antes, cuando retomaron las bicis después de que sus sensaciones, y un cuñado pesado, les convenciera de correr Duatlones…
Ahora, después de ganar algunos campeonatos y clasificarse para el
mundial, veía a lo lejos a su hermano (un poco mejor que él a pie y un poco peor en bici) y unos metros detrás un rival al que ya conocía y sabía que en los 5 últimos km a pie era muy rápido…
Desoyendo los calambres de sus piernas acarició la maneta de cambios y sonrió…
Dejó atrás al tercero que seguía pedaleando con cadencia robótica, pasó gritando a su hermano gritándole que siguiera su ritmo y se puso en cabeza. Miró por debajo de su axila y vio a 25 metros a su hermano, y a 25 más al “robot”.
Sus piernas parecían querer estallar y quedaba una vuelta en bici; miró hacia atrás, tenía que sacar mucha diferencia para ganar él , su hermano tendría que seguir su ritmo para librarse de su perseguidor…
Su hermano le vio girarse en la distancia y deslizó la mano hacia la palanca de cambios apretando los dientes, sabía que aunque le explotaran las piernas, lo iba a hacer...
El viento susurraba a sus oídos que se lo tomara con calma mientras la serpenteante carretera tambaleaba su bicicleta de lado a lado…Él giro una curva y miró hacia abajo a su hermano, acarició la maneta de cambios y gritó…
…¡SONRIE, HOY PUEDES SER CAMPEÓN DEL MUNDO!
( Pontevedra, 1 de junio de 2014, Mundial de Duatlón)

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